El Instituto para la Salud Geoambiental tuvo sus orígenes en la Fundación para la Salud Geoambiental que nació, en el año 2010, por iniciativa privada como una organización sin ánimo de lucro, aconfesional e independiente, con el objetivo de impulsar una mejora radical en la salud de las personas y de los lugares que habitan con el lema  «Un ser vivo, un entorno sano». En 2019 La Fundación para la Salud Geoambiental se fusiona con la Fundación Vivo Sano y continúa realizando las mismas labores que ha realizado desde su origen como Instituto para la Salud Geoambiental incluido dentro de la Fundación Vivo Sano.

Vivimos sumidos en un océano invisible de radiaciones y tóxicos que alteran nuestro entorno y minan nuestra salud. Obligan a nuestro organismo a funcionar en un estado de perpetua adaptación. Nos causan estrés biológico. No los vemos ni los tocamos, pero tienen efectos acumulativos. Al principio nos provocan pequeños síntomas cuya causa no logramos explicarnos, pero a la larga terminan desencadenando enfermedades graves, muchas de ellas degenerativas.

El lugar donde vivimos afecta de manera directa a nuestra salud. Podemos estar sometidos, sin saberlo, a distorsiones en el campo magnético terrestre debidas a alteraciones geofísicas del subsuelo. Además, estamos saturados de radiaciones artificiales por el inevitable avance de la tecnología y cada día la cantidad de tóxicos que nos agreden es mayor.

Todos estos factores crean constantes interferencias con nuestros sistemas vitales. La mayoría de la población desconoce este problema y no puede hacer nada por combatirlo. Y demasiadas veces se nos olvida que la salud es un derecho fundamental del ser humano y un instinto de todo ser vivo.