El peligro de los contaminantes de vida corta
Peligrosos contaminantes que ejercen fuertes efectos en la salud y en el medio ambiente.
Son contaminantes presentes tanto en el aire exterior con en el interior. Aunque permanecen en el aire un corto espacio de tiempo, entre unos pocos días y alrededor de una década, repercuten de forma muy importante en la salud y en el cambio climático.
Los principales contaminantes de vida corta también conocido como SLCP por sus siglas en inglés, con efectos directos en la salud incluyen el carbono negro («hollín»), el metano y el ozono, que contribuyen todos ellos a una contaminación del aire nociva para la salud y al calentamiento del planeta.
Las principales fuentes de estos contaminantes son:
Carbono negro: Procede de la combustión de combustibles en edificios residenciales y comerciales representa junto con el transporte alrededor de un 80% de las emisiones de carbono negro procedentes de actividades humanas, las emisiones de partículas de las centrales eléctricas de carbón, los incendios forestales y las quemas deliberadas de árboles y maleza.
El ozono: Este contaminante no se emite de manera directa, sino que se forma tras la interacción de otros con la radiación ultravioleta procedente de la luz solar. Entre los principales precursores de ozono destacan el metano, los óxidos de nitrógeno, los compuestos orgánicos volátiles y el monóxido de carbono. El ozono es el segundo SLCP con más efectos adversos en la salud respiratoria; puede causar desde cambios en la función pulmonar o una mayor incidencia del asma hasta muertes prematuras.
El metano: Es de por sí un potente SLCP; las emisiones proceden principalmente del sector ganadero y del sector de gestión de residuos, aunque este gas también puede ser un subproducto de la extracción y distribución de combustibles fósiles. Las emisiones de metano repercuten en la salud en la medida en que intervienen en la formación de ozono.
Estos contaminantes contribuyen al incremento de los niveles de partículas PM2.5 en el aire ambiente, sus emisiones se asocian directamente al incremento de enfermedades cardiovasculares y del aparato respiratorio, tales como cardiopatías, enfermedades pulmonares, infecciones respiratorias y cáncer de pulmón. Las emisiones de SLCP son pues en buena parte responsables de los más de 7 millones de muertes prematuras relacionadas con la contaminación del aire que se registran cada año.
Fuente: https://www.who.int/phe/health_topics/outdoorair/climate-reducing-health-risks-faq/es/