Los seres humanos tenemos una cierta tendencia a destrozar todo lo que tocamos. Nuestro estilo de vida ha provocado grandes cambios en nuestro planeta, hasta el punto de que nos encontramos en un punto de no retorno debido al cambio climático.
Según la Organización Meteorológica Mundial la concentración de dióxido de carbono (CO2) registrada en una de las principales estaciones de observación a escala mundial es, aproximadamente, un 26 % superior al valor de 1970, mientras que la temperatura media mundial ha subido 0,86 °C desde entonces, y es 1,1 °C más elevada que en
Bajo la sombra de las amenazas existenciales del cambio climático y el colapso de la biodiversidad se encuentra otra crisis de extinción insidiosa: la toxificación de nuestro planeta y nuestros cuerpos, dijo hoy un experto en derechos humanos de la ONU a la Asamblea General.