La contaminación atmosférica durante el embarazo podría aumentar la presión sanguínea de niñas y niños
Vivir durante el embarazo o la niñez en un entorno urbano con altos niveles de contaminación atmosférica y de ruido y una elevada densidad de edificios puede contribuir a aumentar la presión arterial en la infancia. Así lo concluye un estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación ”la Caixa”, y publicado en la revista Environment International.
Con el objetivo de profundizar en el impacto que tiene el entorno urbano sobre la salud cardiovascular infantil, el equipo investigador analizó los datos de 4.279 niñas y niños participantes en el proyecto europeo HELIX y pertenecientes a seis ciudades europeas distintas (Bradford en Reino Unido, Poitiers y Nancy en Francia, Sabadell y Valencia en España, y Heraclión en Grecia).
Además de acuerdo con los resultados del estudio, los niveles más altos de contaminación atmosférica se relacionan con un aumento de la presión arterial infantil, sobre todo si la exposición se da durante los dos primeros trimestres del embarazo. Así, un incremento de 9,1 μg/m3 del NO2 del aire se asoció con un aumento de 0,9 mmHg en la presión arterial diastólica de niñas y niños (la presión arterial diastólica infantil sana ronda los 50-80 mmHg). Por esto mismo el valor que la Organización Mundial de la Salud ha establecido para proteger a la población de los efectos nocivos del NO2 es de 40 μg/m3, una cifra que ciudades como Barcelona o Madrid superan de forma habitual.
Por otro lado, las características del entorno urbano durante la infancia también parecen jugar un rol importante. Si bien una densidad elevada de edificios se relaciona con una presión arterial más alta, la buena conectividad en el transporte urbano se vincula con una presión arterial más baja . “Estas asociaciones, que podrían reflejar cómo se mueven las personas por la ciudad, tal vez nos indiquen que una conectividad mayor promueve la actividad física en la población”, comenta Charline Warembourg, primera autora del estudio e investigadora de ISGlobal. La exposición al ruido también parece relacionarse con un incremento en la presión arterial de las y los hijos.
Finalmente y teniendo en cuenta estos resultados y, uno de cada cinco niños viven en un entorno urbano con unos niveles de contaminación atmosférica, ruido, y de densidad de edificios que se relacionan con una presión arterial más elevada que los demás.
Existen otros estudios que relacionan también la contaminación con aumentos en la presión arterial y que hemos publicado en nuestra web en el pasado.
Está claro que nuestra forma de vida no es lo más beneficiosa para nuestra salud.
Fuente: https://www.isglobal.org/es/-/la-exposicion-a-la-contaminacion-atmosferica-durante-el-embarazo-podria-aumentar-la-presion-sanguinea-de-ninas-y-ninos
Referencias:
Charline Warembourg, Mark Nieuwenhuijsen, Ferran Ballester, Montserrat de Castro, Leda Chatzi, Ana Esplugues, Barbara Heude, Léa Maitre, Rosemary McEachan, Oliver Robinson, Rémy Slama, Jordi Sunyer, Jose Urquiza, John Wright, Xavier Basagana, Martine Vrijheid. Urban environment during early-life and blood pressure in young children . Environmental International, Noviembre 2020. Urban environment during early-life and blood pressure in young children – ScienceDirect