Estudio promovido por la OMS a través del IARC ( Agencia Internacional de Investigación Sobre el Cáncer) , sobre la relación entre teléfonos móviles y la aparición de determinados cánceres cerebrales. El estudio comenzó en el año 2000 y concluyó en 2006 si bien sus resultados no se publicaron hasta 2012. El grupo de estudio de Interphone lo formaron 21 científicos de 13 paises , Australia, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Israel, Italia, Japón, Nueva Zelanda, Noruega, Suecia y el Reino Unido. La investigadora principal fue la Dra. Elisabeth Cardis que coordinó al equipo desde el CREAL de Barcelona.
Los resultados del estudio, aunque no fueron concluyentes, sí se sugirió que podía haber un riesgo siginificativo de aumento de algunos tipòs de cáncer, concretamente de glioma.
El estudio Interphone suscitó mucha polémica por diversas razones, en primer lugar por la tardanza entre su finalización y la fecha de publicación de los resultados. Otra causa de polémica fué que una parte importante de la financiación, en torno a 5,5€ millones de euros de un total de 19€ millones, provenía la propia industria de la telefonía móvil. Sólo entre el Mobile Manufacturer´s Forum (MMF), que es una asociación de fabricantes de equipos de telecomunicaciones ,y la Asociación GSMA, que es una asociación de operadoras de telefonía que agrupa a mas de 800 operadores de todo el mundo, aportaron unos 3,5 millones de euros. La industria en Canadá y Francia aportó de forma directa 0,5€ millón de eruos.Otros 2 millones de la financiación provino también de la industria de forma indirecta vía tasas, etc… El resto del total los paises participantes y de la Unión Europea.
Otra de las causas que provocaron críticas fue que en el estudio se consideraban usuarios muy activos a personas que apenas usaban el móvil, entre 2 a 3 horas al mes, cosa muy alejada del uso real que hacemos en la actualidad de estos dipositivos.Tampoco se incluyó en el estudio el uso de los teléfonos inalámbricos DECT.
Con posterioridad a su publicación muchos de los grupos de trabajo publicaron actualizaciones de los estudios con datos mucho más contundentes que reflejaban importantes incrementos en el número de casos de tuemores cerebrales, parotida y glándulas salivares.